A veces parece que nos hemos peleado con alguien por un hecho en concreto, cuando en realidad estamos expresando un cúmulo enorme de asuntos sin resolver de mucho tiempo. El detalle en sí parece, en esos casos, muy poco trascendente como para generar una reacción muy grande. En situaciones así, hay que descontar el motivo “real” en sí mismo, porque no explica nada.
Anuncios