Domingo,
el primero del año. Ya sabemos que nunca se sabe
casi nada. Queremos creer que durante los siguientes doce
meses seguiremos teniendo casa,
cariño, trabajo y salud.
No
queremos imaginar esas llamadas que quedan grabadas
permanentemente donde se nos anuncian malas noticias, no queremos pisar hospitales ni
cementerios.
Imaginamos
mejor libros, música, risas y amigos. Actos amorosos,
películas, charlas y caminatas. Nos vemos comprándonos
ropa nueva, mandando pintar una
de las
habitaciones.
Queremos
poder dormir por las noches, con ese cansancio bueno que deja el
trabajo y las esperanzas. Queremos
disfrutar
los baños y los alimentos.
Nos
miramos caminando las calles, tomando los cafés en los
sitios y conociendo personas y objetos, ciudades y arte.
el primero del año. Ya sabemos que nunca se sabe
casi nada. Queremos creer que durante los siguientes doce
meses seguiremos teniendo casa,
cariño, trabajo y salud.

No
queremos imaginar esas llamadas que quedan grabadas
permanentemente donde se nos anuncian malas noticias, no queremos pisar hospitales ni
cementerios.

Imaginamos
mejor libros, música, risas y amigos. Actos amorosos,
películas, charlas y caminatas. Nos vemos comprándonos
ropa nueva, mandando pintar una
de las
habitaciones.
Queremos
poder dormir por las noches, con ese cansancio bueno que deja el
trabajo y las esperanzas. Queremos
disfrutar
los baños y los alimentos.

Nos
miramos caminando las calles, tomando los cafés en los
sitios y conociendo personas y objetos, ciudades y arte.
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