me parece que ningún favor nos han hecho al decirnos lo que significa la mezquindad, la codicia, el narcisismo concentrado donde en primero, segundo y tercer lugar nos miramos a nosotros mismos. o cuando nos dijeron que era mejor que nadie notara que somos ambiciosos en extremo y que queremos el bien en primerísimo lugar para nosotros mismos.
no estoy tan segura de que nos haga bien sabernos ególatras, envidiosos, mentirosos, evasivos, advenedizos y medrosos a veces. tener conciencia de cuánto decimos al revés de como es realmente, de nuestra capacidad de decir que deseamos lo mejor a alguien cuando a lo mejor no es así en realidad.
y tanto nos advirtieron que hemos dejado de ver cuántos besos de Judas damos, cuántas y cuántas vueltas a la verdad damos, las veces que sonreímos fingiendo o nos ponemos tristes aparentemente cuando en realidad nos alegramos o nos sentimos aliviados por pesares ajenos…
Anuncios
buena cosa es que lo digamos en primera persona, no en segunda o tercera, ya es un avance el nosotros
Lo digo en plural, lo sostengo 🙂